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ACAPULCO Y EN GENERAL GUERRERO RECIBEN EL APOYO DE MEXICO.






Después del huracán Otis, Acapulco está de pie para comenzar su recuperación y esto ha sido posible en gran parte por el apoyo de los Organismos de la Sociedad Civil, que tuvieron una rápida respuesta inicialmente, a pesar de que el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que toda la ayuda tendría que ser canalizada al Ejército y a la Marina, para que a su vez ellos la entregaran en el puerto.

Sin embargo, las necesidades eran muchas y las personas no podían esperar a que se triangulara la ayuda porque algunas ya tenían un día o dos sin comer. Incluso en las redes sociales se alertaba que si se entregaba la ayuda al gobierno se podía hacer mal uso de los donativos y utilizarlos para otros fines.


Fue en la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, en Costa Azul, donde la ayuda surgió de los presbíteros y feligreses que se organizaron para darles de comer a las personas que llegaran a este sitio, otorgando hasta dos mil comidas por jornada de 8 de la mañana a 9 de la noche, según lo relata el director de Comunicación de la Arquidiócesis de México, Javier Rodríguez Labastida, en su columna publicada en el periódico El Universal.

En esta parroquia, señala la columna, el padre Leonardo Morales, encargado del templo y coordinador de Cáritas Acapulco, apoyó a la Marina, que llegó hasta esta iglesia para solicitarle albergar a cientos de turistas. Gracias a su coordinación y al apoyo de los tres niveles de gobierno, así como de empresarios y voluntarios, el sacerdote recibió a los turistas, proporcionó el servicio de internet, permitió cargar sus dispositivos, ofrecieron consultas médicas y dio ayuda espiritual y emocional a quien se lo solicitara.

Mientras que en Coyuca de Benítez, donde miles de personas perdieron la vida, el sacerdote Josué Arroyo, administrador del templo de San Miguel Arcángel, consiguió recursos para distribuir más de mil desayunos y unas 500 comidas, y también buscó apoyos para que la gente iniciara la reconstrucción de sus hogares, se publica en la mencionada columna.

A raíz de esta emergencia, surgió la iniciativa UNIDOS POR ELLOS, conformada por más de 160 organismos empresariales, OSC´s y asociaciones religiosas, entre otras, para llevar agua, alimentos y ropa a las comunidades más apartadas, ya que gracias a la red establecida por las diversas iglesias se logró ayudar a todo el que lo necesitara.


Y es que durante varios días, personas voluntarias de diversas organizaciones y asociaciones se concentraron en el Centro Nacional de Apoyo a Contingencias Epidemiológicas y Desastres A.C., (Cenaced) para empacar despensas, productos de limpieza e higiene, botellas de agua, costales de cal, entre otras cosas, para llevarlas a las comunidades.

A mediados de noviembre, UNIDOS POR ELLOS había repartido más de dos mil 600 toneladas de ayuda, 35 toneladas de productos de limpieza e higiene, 40 toneladas de cal, 210 tinacos, 5 plantas potabilizadoras, 180 mil litros de agua y 80 mil comidas calientes, entre otros apoyos.

Mientras que World Vision México, en coordinación con Fundación Alsea, HSBC México y Santander, activó la respuesta “Juntos por Guerrero” para llevar ayuda humanitaria a la población más vulnerables, especialmente a los niños.

La Cruz Roja Mexicana activó el Comité Operativo de Emergencia Nacional y envió personal especializado en materia de evaluación de daños para reforzar al personal, que ya trabajaba en la zona de impacto, además de enviar inicialmente 5 mil despensas.

Y la organización internacional de ayuda alimentaria conocida como World Central Kitchen, que encabeza el chef Eduardo Winchtendahl Palazuelos, mantuvo hasta la Navidad pasada la entrega de comida caliente en Acapulco y Coyuca de Benítez, los municipios más afectados por el huracán Otis, dando apoyo a 108 restaurantes y comedores del puerto y con una producción de 60 mil raciones diarias.

Esta organización, fundada por el chef José Andrés, apoyó a varios negocios locales pagando una parte de cada platillo donado y con la condición de que regalaran la comida y no la vendieran, así como subsidiando algunas tortillerías para que este producto sea más barato al público final. También entregaron despensas en zonas apartadas.


Y es que gracias a la pronta respuesta de la sociedad civil y de las OSC´s muchas personas recibieron la ayuda oportuna ante la situación de desastre que estaban viviendo a causa de Otis.

De acuerdo con el Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi), varias OSC´s y empresas canalizaron apoyo para Acapulco como la Asociación Mexicana de Bancos de Alimentos, A.C.; Centro de Apoyo para Contingencias Epidemiológicas y Desastres, A.C. (Cenaced);  Cruz Roja Mexicana IAP; Fomento Social Citibanamex A.C.; y Fundación BBVA México A.C.


También apoyaron: Fundación Dibujando un Mañana;  Fundación Gentera A.C.; Fundación para la Inclusión y Desarrollo de Personas con Discapacidad, A.C., (Findedis); Fundación Origen; Alimentos para Todos; Fundación San Ignacio de Loyola A.C.; International Community Foundation (ICF); Oxfam México; Red Universitaria para la Prevención y Atención de Desastres (Unired); Save the Children; Fundación Educa México, Fundación Forja, Un Kilo de Ayuda; Unicef y World Vision México.

Otras instituciones como la UNAM, Banorte, Citibanamex, HSBC México, Coca Cola Femsa, Fundación Teletón México A.C., Scotiabank, Telmex, Grupo Coppel, Grupo Lala,  Grupo Restaurantero Gigante (Toks), Grupo Royal Holiday, Grupo Walmart, Hotel Park Royal,  McDonald´s de México, Hispanics in Philanthropy LatAm, BBVA México, Mercado Pago, Santander, Walmart México y Centroamérica y World Central Kitchen también a apoyaron a Acapulco.

Tanto las empresas Volaris como Viva Aerobus realizaron puentes aéreos para salvar vidas y atender a los sobrevivientes de manera gratuita.

La solidaridad de los distintos grupos sociales y del empresariado, fueron y han sido definitivos para la recuperación de Guerrero y en especial de Acapulco y Coyuca de Benítez.                                                                                            

(Mesa de Redacción)




Ahí queda en la historia personal del Presidente A.M. López Obrador su primera expresión, al conocer los terribles estragos del Huracán Otis: “Toda la ayuda debe llegar por la SEDENA. Ningún Organismo Social debe intervenir”.  Por fortuna la Cruz Roja Mexicana (una OSC) no pidió permiso y fue la primera en traspasar la barrera oficial para llegar a Acapulco con toneladas de ayuda.


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