2ª. y última parte
Por: José Antonio Granillo
Los medicamentos necesarios no estaban disponibles en el sector salud se consiguieron en PROONCAVI, A. C. (grupo de apoyo al VIH incluyendo capacitaciones) o eran traídas de contrabando de Estados Unidos o eran donados. Por todo esto, a veces teníamos problemas legales. Yo era consciente de que hacía falta un espacio propicio y adecuado para la atención de los pacientes. En el CIRAD 3 nació la versión para fortalecer el proyecto de Las Memorias.
Dos años duró ahí en ese Centro. Estar ahí era agradable pero pensaba también que hacía falta un lugar con una estructura diferente, tenía el sueño y la visión de acomodar a los enfermos de tuberculosis en un aislado, a las mujeres en su área junto con sus hijos, los de fase terminal en la suya, nosotros los servidores en el nuestro. En fin cada quien en su lugar. A finales de 1999 abrimos nuestro albergue. Contábamos con una ambulancia azul (viejita), ocho entusiastas compañeros y un solo paciente (chokokrispis) que desafortunadamente murió a los dos meses de haber llegado.
El 2002 fue un año difícil ya que perdimos el control con la TB y se desató un fuerte problema de contagio. Falleció más del 50% de la población del albergue y eso nos sirvió de experiencia. Nos dio una lección sobre el especial cuidado de las diversas enfermedades que pudieran afectarnos.
Nos dimos cuenta de que nos faltaba mayor capacitación para la profesionalización asi como la integración con equipos de salud multidisciplinarios por lo que decidimos impulsar a nuestros jóvenes para que lo hicieran y nosotros también en la medida de lo posible hoy tenemos testimonios de varios compañeros que se han integrado a la sociedad, que se han integrado a sus familias o han formado otras, lo cual es la idea principal de este proyecto. Algunos otros ya son profesionistas y maestros o doctores, incluso han logrado abrazarse con sus familias en otros países como Estados Unidos o Centroamérica sin dejar de lado nuestro propio país. Es muy emocionante y gratificante el vivir y ver esto.
Hoy después de 22 años de servir a los más vulnerables y desprotegidos nos damos cuenta que vamos por el camino correcto, que ha valido la pena el esfuerzo y que en honor a todos los que se han extinguido en este sinuoso camino no debemos bajar la guardia. Han pasado años en los que hemos vivido experiencias muy buenas y otras no tanto, hemos reído, llorado, tenido miedo, sentido coraje pero también amor y carácter con humildad y entusiasmo de siempre hacer hasta lo imposible por salvar a alguien de la muerte. Muchos han salido adelante, otros no, varias generaciones han pasado por nuestra organización y han dejado huella, una huella que la traemos en el corazón y nos impulsa día con día a seguir sirviendo a nuestras poblaciones.
Finalmente, no quiero decir hasta pronto sin decir Gracias a Dios, Poder Superior Fuerza Universal, Ciencia o como cada quien lo entienda… ¡Qué importa! Si sabemos y sentimos que hay una fuerza más fuerte que nosotros y que nos impulsa a seguir con nuestra labor y que, al abrazar a nuestros padres, nuestros hijos, nuestros hermanos, nuestros amigos y todo ser humano realmente somos seres humanos.
Hoy en día la atención y cuidado de los pacientes con VIH ha evolucionado favorablemente, porque ahora ya existe una variedad amplia de medicamentos, así como estudios, grupos de apoyo, talleres y capacitaciones, los cuales se resumen en el presente libro, el cual brinda una oportunidad de actualización de las investigaciones más recientes en el estudio de los factores causales y relacionados del Virus. Sin embargo, necesitamos seguir trabajando de forma integral: sociedad civil, universidad, políticas económicas, personal de salud; todos enfocados a trabajar juntos y a mejorar las condiciones de vida de personas que viven con VIH/SIDA.
José Antonio Granillo
Director y fundador del Albergue
Las Memorias, A. C.
Edición: Rosa María Porrúa
Autores: María Luisa García Gomar
Agustín Jaime Negrete Cortés
Pedro Antonio Fernández Ruiz
Prólogo: José Antonio Granillo
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